Hoy, me siento como el mar.

El mar es algo que igual te muestra su esencia más tranquila y relajada, que te paz además de hipnotizarte... haciéndote creer que vives en una paz absoluta... que de repente se vuelve loco y aumenta su oleaje en un baile cadencioso que puede provocar auténticos desastres... pero ¿cuando te parece más bonito el mar? ¿Cuando esta calmado o cuando esta embravecido? O algo más importante... ¿cuando te inspira mayor serenidad?

Soy una privilegiada. Sé que lo he dicho antes, pero esta vez es porque tengo la oportunidad de ver el mar cuando me dé la gana. Esto no significa que lo haga, porque de hecho, voy muy poco a verlo... pero hoy no sé porque, tengo unas ganas locas de ir... y es imposible.

Necesito paz, necesito sentirme a salvo y que todo lo que me rodee me haga sentir eso... Hay tres sitios donde, hoy por hoy lo consigo y ninguno de los tres es una opción viable. No puedo ir al mar... no puedo ir a mi lugar favorito del rio... y no puedo irme a Madrid. :)

Me hace gracia esto, porque toda la vida he huido como una posesa de ir a la playa... y cuando me largué de Madrid juré que no volvería xDDD Que curioso no? La decadencia de mi vida comenzó en Madrid. Y la mejor etapa de mi vida empezó allí... Me repito pero... me resulta curioso.

Mi cabeza ahora mismo es un mar... tengo momentos de mar en calma y momentos de un mar picado, con olas de 10 metros que desea de una manera poco sutil ahogar a algunas personas... no puedo evitarlo.

El sol íncide sobre mi y siento como si mi piel fuese iridiscente y reflejase algunos de sus rayos incidiendo sobre las paredes que me rodean... Cegándome. He aprendido a calmar mi ira, a no saltar sin antes meditarlo mucho, a quedarme callada y tragarme crueles calificativos, insidiosas calificaciones, hirientes insultos... Pero algo que he aprendido es a estar por encima de eso. Muy muy por encima...

No necesito decir nada de lo que pienso para sentirme mejor. No necesito decir lo que siento acerca de nadie porque, tristemente, las mascaras van cayendo... Hace tanto calor que ni el maquillaje de mejor calidad aguanta a los torrentes interminables de sudor... Y ningún lobo aguanta la piel de cordero. Mucho menos a 40 grados a la sombra, durante un espacio de tiempo incierto...

Mentiras y más mentiras fácilmente descubiertas. Hipocresía por todas las esquinas encubierta con sonrisas falsas. Relación calificada de amistad cuando en realidad querías decir "relación parasitaria". Al Fin no me molesta. Al fin no me duele. Al fin no me afecta... pero lo siento, queridos parásitos... se acabó.

No estoy relajada. Mentiría si dijese que sí. Al fin ha llegado el momento, mi punto de inflexión. Puede salir cualquier cosa... con diversas opiniones dirigidas a puntos cardinales diferentes, pero todas ellas positivas... No estoy relajada porque estoy ansiosa. Ansiosa por saber que pasará, porque se desvelen las incógnitas y al fin, tener sobre la mesa todas las cartas que predicen mi futuro, para poder leerlo... y tomar la mejor decisión.

Nada será dejado al azar. Tengo a mucha gente que me quiere, que me aprecia, que me respeta, que jamás me ha mentido y que se que son de ley... ayudándome con mis decisiones, y asegurándome su apoyo decida lo que decida...

No estoy sola. Quizás nunca lo he estado en realidad, pero ahora, soy consciente de no estarlo, y agradecida por ello. Da un poco de vértigo esta situación... pero al menos, no me da miedo.

Estoy cansada de tener miedo... el mar no tiene miedo, porque es fuerte en sí mismo, el puede dar la paz, puede destruirlo todo, puede albergar vida y puede quitarla... no le teme a nada ni a nadie...

Bien... pues hoy, Me siento como el mar.

Isia